Cierra los ojos e imagina una soleada tarde de verano, una mesa bajo una apacible sombra y una puesta en escena digna de la mejor película italiana. Eso es lo que transmite el post de hoy, inspirado en el mediterráneo, la Toscana, las cenas al fresco y las tardes de conversaciones infinitas con amigos que se alargan hasta la puesta de sol. No hizo fala irse tan lejos porque nuestro paisaje más cercano está lleno de belleza, el Empordà es nuestra ‘toscana’ y el Mas Torroella, en Palafrugell, fue el escenario perfecto para llevar a cabo este maravilloso montaje. Hay trabajos que cuando los ves sabes que detrás de ellos