Que me gustan las bodas es algo innegable, después de dedicarme al mundo bridal desde hace ya la friolera de 8 años. Grandes, pequeñas, en la playa o en el pico de una montaña, a todas les encuentro ese algo especial, porque una boda no tiene porqué ser de una determinada manera, basta con que sea ‘tu boda’, la que tú quieres, la que siempre has imaginado y con la que te identificas, porque habla de vosotros, como pareja y como personas individuales. Pero a veces, uno lo que quiere es simplemente unir un mismo sentimiento, lejos del ruido, de la gente, del estrés y de la vida agitada, necesita