Una fábrica de sueños, así es cómo se define la marca pionera en vestidos de novia de nuestro país. Y es que Pronovias se ha convertido en referente mundial de los sueños de miles de novias que buscan hacer realidad lo que siempre han imaginado. Un año más he tenido la gran suerte de poder asistir en directo al desfile de este año que ha sido todavía más espectacular si cabe que los anteriores y es que la ocasión bien lo merecía porque Pronovias celebraba sus 50 años de andadura profesional presentando los más de 50 diseños que componen la Colección 2015 Atelier Pronovias. El Pabellón Italiano de Barcelona fue el espacio elegido para albergar a los más de 2.000 invitados al desfile, invitados que se quedaron sin palabras ante la reproducción  de la impresionante fachada de la flagship store de Sevilla, un fondo de pasarela de 17 metros de altura sobre la que se iban sucediendo proyecciones de desfiles anteriores e imágenes de archivo a modo de resumen de todos estos años. Como caso excepcional y antes de empezar el desfile, el Presidente de la compañía Alberto Palatchi quiso demostrar personalmente su agradecimiento a todo el equipo humano que de una manera o de otra ha contribuido con su trabajo y esfuerzo al éxito de la firma, a los que estaban, a los que ya no están y a los que vendrán. Acto seguido se bajaron las luces y el pabellón enmudeció, el espectáculo nupcial estaba a punto de empezar. Una espectacular Karolina Kurkova hizo su entrada triunfal luciendo un precioso vestido de cola con bordado de hojas y plumeti. A partir de ahí todo un carrusel de modelos fueron desfilando mostrando al mundo la nueva colección en la que se presentaron diseños totalmente novedosos como los vestidos ‘separates’, los formados por cuerpo y falda o los ya clásicos vestidos joya. Modelos para todos los gustos y perfiles arropados siempre bajo el paraguas de la feminidad y la elegancia aportando una riqueza de tejidos como el chantillí, los mikados, crepes, brocados, el raso clásico o el raso mórbido en vestidos lenceros, un guiño al glamour de los maravillosos años 20. Pudimos comprobar que el vestido camisero sigue en tendencia y a mí además es un diseño que me encanta especialmente, como las espaldas que destacan con fuerza en la nueva colección brillando con luz propia y convirtiéndose en el centro de todas las miradas. Los detalles florales cosidos a mano y la pedrería también continúan siendo protagonistas de los diseños más sensuales así como el efecto tattoo, en el que el vestido parece una segunda piel. A medida que se iba sucediendo el desfile la emoción iba en aumento hasta llegar a su punto álgido en el momento final en el que todo el equipo al completo del taller de Pronovias salió también a la pasarela para, junto con el resto de modelos, recibir una lluvia de aplausos en respuesta a su buen hacer y profesionalidad. Un merecido premio a toda una vida fabricando sueños.

Fotografía: Pronovias