No es que sea una gran fan de los tatuajes pero sí me gustan si son discretos o tienen un significado especial para la persona que los lleva. De hecho, cuando fui mamá por primera vez el regalo que le pedí a mi marido para el Día de la Madre fue precisamente un tatuaje que vi en la portada de una revista de moda y del que me enamoré perdidamente. Era una sencilla luna pero situada estratégicamente en el empeine de un pie descalzo que parecía descansar sobre la arena de una playa, cuando lo vi supe que era el diseño perfecto para mí, al menos para empezar… La idea de que los novios se tatúen un dibujo, una fecha importante o una frase cuyo significado sólo ellos entienden porque forma parte de su particular código de relación está tomando fuerza entre las parejas americanas por eso hoy he querido compartir este post con vosotros, para que los apasionados de los tatuajes adapten la idea a su gusto y para que los que no están convencidos del todo vean que puede ser algo divertido y con un punto romántico. Además, ahora están muy de moda los tattoos temporales por lo que si la idea de que ‘sea para siempre’ no os acaba de convencer, siempre podéis echar mano de esta opción. Lo que sí me gusta y mucho es cualquier gesto que implique una complicidad íntima entre la pareja, por eso el decidir tatuarse el mismo diseño o uno que se complemente para mostrarlo juntos el día de la boda me parece un guiño muy divertido. Como también lo es el jugar con el factor sorpresa, ¿os imagináis a la novia en el momento del ‘Sí quiero’ o del beso dándose la vuelta y mostrando al novio una frase tatuada en su nuca del tipo ‘I love you’?

Fotografía: JPG Photography, Funzug, Offbeat Bride, Odd Stuff Magazine, Rosie Parsons, Summer Street Photography, The Nichols, Katee Grace