Sí, ya lo sé, las temperaturas están bajando, se acerca la vuelta al cole y al trabajo y eso siempre significa una cosa: que el verano se acaba. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de hablaros de un postre que me chifla y que siempre me devuelve a mi infancia: los polos. Y no me refiero a los cornetes de múltiple variedad de sabores ni a las fantásticas tarrinas de gustos tan originales como imposibles, me refiero al polo de toda la vida, a ese trozo de hielo con sabor a fresa, naranja o limón sujeto con un pequeño palo de madera. ¡Si es que hasta estéticamente me parece súper vintage! Os lo propongo como idea de postre o recena en una boda de verano, podéis substituir el buffet de pastelitos o cupcakes por una barra de polos variados e incluso por un carrito típico de venta ambulante de helados, además de refrescaros el momento de la fiesta puede quedar de lo más decorativo.

¡Al rico polo! polo_1_600x449 ¡Al rico polo! polo_2_600x418 ¡Al rico polo! polo_3_600x436 ¡Al rico polo! polo_4_600x448 ¡Al rico polo! polo_5_600x448 ¡Al rico polo! polo_6_600x342 ¡Al rico polo! polo_7_600x367 ¡Al rico polo! polo_8_600x885

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