Cuando me llegó al correo esta sesión de inspiración me invadió una calma absoluta. En ocasiones me sucede que una fotografía logra transmitirme o despertarme un montón de sentimientos y eso es lo que me pasó aquella mañana de verano. En estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir un atisbo de calma y de serenidad siempre es bienvenido y María y Cristina, de Minnesota Garden, supieron ir más allá de la sesión en su intento por contar una historia que trata de la naturaleza, del retorno a los orígenes, de la vida cocinada a fuego lento… Querían volver al principio de las cosas, rescatar la esencia de lo cotidiano,
