El tocado ha sufrido importantes variaciones a lo largo de la historia, desde su uso más moral que estético en la Edad Media, cuando el tocado se utilizaba para cubrir los cabellos como signo de pudor hasta la época en la que empezó a sufrir sus mayores cambios, el siglo XX. A partir de aquí el tocado se reinventa y se recurre cada vez más a nuevos materiales y diseños, pero siempre con la mirada puesta en el pasado. En la actualidad el tocado está más de moda que nunca y muy presente en las bodas, no sólo adornando las cabezas de las invitadas sino también las de las novias.