Hay meses que se prestan más que otros a la nostalgia, para mí suelen ser noviembre y febrero y curiosamente, este año me he encontrado con varias parejas que han elegido uno de estos dos meses para celebrar su boda.  Creo que si yo lo hiciese me decantaría por una decoración como la que inspira el post de hoy, con las rosas como protagonistas pero un tipo de rosa especial, en tonos empolvados y ocres y un cierto aspecto envejecido y nostálgico. Son rosas que inspiran calma y melancolía, que consiguen crear una estética y un ambiente relajado, a mí me parecen preciosas y perfectas para combinarlas con materiales naturales