El acebo es una de las plantas más características de la Navidad. Desde hace muchísimo tiempo, los seres humanos han visto en esta planta un símbolo de fertilidad y de fortaleza, admirando su capacidad para mantenerse perfecta a pesar del frío, la lluvia y la nieve. Por eso su presencia era frecuente en las fiestas paganas fijadas en la estación invernal. Para los celtas el acebo es un árbol sagrado, que se empleaba en el solsticio de invierno para atraer la buena suerte y la prosperidad. Todas estas creencias antiguas fueron adaptadas a la religión católica con posterioridad y el acebo acabó convirtiéndose en parte importante de la decoración navideña. Es una planta