¿No os ha pasado alguna vez que tenéis una idea en la cabeza pero que no acabáis de encontrarla? ¿Y no os ha pasado también que cuando ya la habéis descartado, de repente la veis materializada en algún sitio? Pues eso es lo que me pasó a mí cuando vi la idea que hoy os traigo. Creo que alguna vez os había comentado que a mi boda la bauticé con el adjetivo ‘rústico-vintage’, ya que me casé al aire libre en un paraje natural precioso en un entorno rural. Y una de las cosas que más quebraderos de cabeza me dio fue el localizar el regalo perfecto, que fuera a