Se acerca San Valentín y muchas personas aprovechan estas fechas para pedir matrimonio a sus parejas, sí, ya sé que es lo obvio-típico-tradicional pero aunque no os lo creáis, a mí me pidió matrimonio mi marido en esta fecha tan especial y tremendamente típica pero no por ello le dije que no, todo lo contrario. Si estáis pensando hacer lo mismo y tenéis una pareja golosa os voy a dar una idea diferente para que la sorprendáis. Sin que ella lo sepa, organizad un picnic improvisado en un parque cercano, mejor que sea una merienda. Una sencilla cesta de mimbre y una mantita a cuadros o una colcha de patchwork