La verdad es que ayer fue un día realmente especial, uno de esos días que no te esperas que acabe con una gran noticia, de esas que te emocionan y te hacen tremendamente feliz. Tras la avalancha de mails, tweets, mensajes, llamadas y whatsapp intenté escribir unas letras pero me fue imposible, la emoción me dio hasta dolor de cabeza, no podía acostarme porque cuando lo intentaba entraba en mi PC un nuevo tweet, no os imagináis lo que fue. Para mí, que os confieso con total sinceridad que empecé el blog casi como un hobby, como una terapia o más bien como un reencuentro, el haber conseguido el premio