Si cerráis los ojos e imagináis vuestro gran día, seguro que las imágenes que os vienen a la mente son como chispas de felicidad: la cara de sorpresa de tu pareja al verte aparecer, ese beso robado entre bastidores, las manos que se aprietan fuerte cuando los nervios afloran. Momentos únicos e intensas emociones que no deben quedarse sólo en la memoria. Para ello, nada mejor que conservarlas en un álbum bonito y cuidado, lleno de fotografías especiales que revivan la magia cada vez que lo abráis. Y si queréis un consejo, seleccionad la imagen que más os guste, la más significativa para vosotros y transformarla en un lienzo personalizado
