El lago Tikitapu, también conocido como el Lago Azul, fue la base sobre la que se centró el shooting de inspiración que hoy os traigo y que refleja a la perfección las claves para conseguir una auténtica boda slow. Situado cerca de Rotorua,  en la Isla Norte de Nueva Zelanda, es el entorno ideal cuando se busca huir de la rutina y reencontrarse con la naturaleza, que es la esencia de las bodas slow. Una paleta de colores suaves en la que predominan los grises y azules fue la elegida para la sesión, unas tonalidades basadas en el entorno del lago combinadas con flores de tonos neutros salpicadas de verdes