¿Puede haber algo más romántico que casarse en un viñedo? Pues seguro que sí, pero no me digáis que no es una opción ideal para celebrar una boda en otoño. A mí me encanta el campo en esta época del año, sus formas, sus colores, poder respirar aire fresco por las mañanas o sentir el suave calor del sol a media tarde. Casarse en otoño, al aire libre y en plena naturaleza, hace que no exista mejor decoración para una boda. Todo es tremendamente romántico en esta sesión de inspiración, celebrada en la campiña italiana, que hoy os comparto. Los novios avanzan entre viñedos, cogidos de la mano, rodeados de