En ocasiones, cuando vamos a comer fuera, sucede que los platos tardan en llegar y que la espera entre uno y otro se nos hace tremendamente larga y aburrida. Aunque eso no suele ocurrir en las bodas, ya que normalmente los tiempos están muy marcados por el servicio, sí que cuando éste se corta debido a un parlamento de algún familiar o amigo de los novios o por la entrega de los detalles a las mamás o papás, podemos encontrarnos entre plato y plato con un tiempo de espera ‘inesperado’. Para amenizar esta espera hoy os traigo una idea dulce y divertida, consiste en dejar bajo los platos unos mantelitos