Hace ya casi un mes que llegó la primavera, los almendros lucen su flor, las calles tienen otro color y nuevos olores inundan los parques y avenidas. Miro por la ventana y recuerdo los campos de mi infancia repletos de flores silvestres, inconscientemente busco palabras en el ordenador sin ningún orden ni sentido, tomillo, romero, flores de primavera, naturaleza… y, de repente, encuentro la información que sin saberlo buscaba para el post de hoy. Una idea fresca y primaveral para bodas de verano, aunque si os gusta podéis llevarla a cabo en cualquier época del año. Tan sólo vais a necesitar un ramillete de flores comestibles, agua y una cubitera.