Se acerca una de mis épocas preferidas del año, las navidades. Unas fechas que siempre he relacionado con el circo porque era cuando solía visitarlo cuando era niña. Recuerdo esa ilusión reflejada en las caras de los niños, esa magia, ese arte, ese corazón encogido cuando algún número parecía imposible, los aplausos cuando todo salía bien y las risas a carcajadas provocadas por los payasos. Podéis imaginar la ilusión que sentí cuando recibí las fotografías de este precioso editorial coordinado por Pilar Gruas de Nubes de Algodón Events y el equipo de The Camera Obscura. Más todavía cuando descubrí que el escenario donde todo se desarrollaba era el Gran Circo