Decir otoño es pensar en hojas caducas, atardeceres rojizos, altibajos de temperatura pero también en calabazas, quizás por adaptación a nuestra cultura de la famosa tradición americana de carvar calabazas para celebrar la festividad de Halloween. Pero, más allá de fiestas y tradiciones, la calabaza es un elemento decorativo ideal para esta época del año ya que podemos encontrarlas en distintos tamaños y tonalidades, lo que permite que podamos jugar con ellas creando espacios naturales muy especiales. Además, tiene la particularidad de que al poderse carvar podemos iluminar su interior para dar una mayor calidez al ambiente. A mí me gusta utilizarla como centro de mesa y en tonalidades blancas