La semana pasada os hablaba de la boda de Marina y Pierre, una boda que, como ya os comenté, decidí dividir en dos partes debido a todo el material fotográfico que contenía y a su duración, cuatro días de boda ininterrumpidos, de viernes a lunes. En el post de hoy os cuento cómo fue la última parte de este increíble fin de semana en el que no faltaron las risas, la comida y el buen ambiente. Y es que Marina y Pierre lo dieron todo por sus invitados, como ya habréis podido ver en las fotografías. La mañana del domingo comenzó con una ceremonia secular celebrada en los jardines del