Tengo que reconocerlo, soy de esas personas a las que les gusta comer bien y soy también de las que disfrutan con una mesa bien decorada. De hecho una de las cosas que más me apasionan cuando hay una celebración especial o voy de invitada a casa de cualquier amigo es observar cómo ha decorado la mesa, me pasaría horas estudiando cada detalle, los bordados del mantel, el color de las copas, la disposición de la vajilla… Y lo mismo me pasa cuando empieza el desfile de platos y recetas. Por eso para mí el almuerzo o cena  es fundamental en una boda y no sólo me refiero a la