Armin y Karen viven habitualmente en Melbourne, así que la idea de organizar su boda en otro Estado y además en un pueblecito rural, era una labor poco menos que complicada. El lugar escogido por los novios, el McLaren Vale, en realidad no tenía nada que ver con su vida cotidiana, es más, estaba a años luz de ella, tampoco se trataba del lugar donde alguno de ellos pasaba los veranos de su infancia, pero el Valle era especial por algo mucho más importante para ellos: porque fue el lugar donde se enamoraron. Por eso, cuando empezaron a imaginar el lugar ideal para celebrar el día más especial de su