«No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré y allí seré enterrada. Que Yahveh me dé este mal y añada este otro todavía si no es tan sólo la muerte lo que nos ha de separar.» (Rut 1:16-17, Biblia de Jerusalén). No hay mayor muestra de Amor que la propia libertad y así lo refleja este mágico editorial cargado de belleza y pureza, donde el amor no conoce barreras de género ni de edades ni de etnias. Porque el amor es el sentimiento