Cuando una pareja ya llevan juntos bastante tiempo e incluso tienen hijos en común, las bodas se vuelven más especiales. Os lo digo por experiencia propia tal y como os narraba hace unos años en el post sobre mi boda. Es el caso también de Eli y Santi, una joven pareja con dos niños que decidieron casarse en la que para mí es una de las zonas más bonitas de Cataluña, mi querido Empordà. Los dos tenían muy claro que no querían una boda pomposa ni tradicional, todo lo contrario, querían una reunión distendida e informal, una boda en la que todo el mundo estuviera relajado y únicamente se preocupasen
