Cada vez son más las novias y las invitadas que buscan en la moda nupcial un aliado que las haga sentirse auténticas y radiantes, sin importar su talla. Y es que la elegancia no entiende de números, sino de actitud, de personalidad y de esos pequeños detalles que hacen que un vestido se convierta en una segunda piel, capaz de realzar la belleza natural de quien lo lleva. Por suerte, en el mundo de la moda y, por supuesto, en el de las bodas, cada vez son más los diseñadores que apuestan por unos patrones y un tallaje más acorde con invitadas reales, en busca de vestidos perfectos y cómodos. Las
