UNA BODA INDIE

Siempre que pienso en una boda diferente me imagino algo que realmente transmita lo que los novios son, una boda transparente y natural, da igual que sea extravagante, alocada, clásica o minimalista, lo importante es que hagas lo que de verdad quieres hacer y lo que en esencia eres. Si lo consigues, que no es fácil, el éxito está asegurado.  La boda de hoy no es una boda real, aunque bien podría serlo, se trata de un shooting inspirado en un estilo indie, tan de moda esta última temporada. El entorno elegido fue el Castello di Sansebastiano Po en el norte de Italia, un lugar precioso que todavía mantiene ese aire de decadencia que refleja el paso del tiempo y de las estaciones. En este caso no se ha querido reflejar una estación en concreto porque tanto podría tratarse de una boda de otoño como de una de primavera. Todo el estilismo y la decoración gira en torno al estilo entre indie y bohemio, con un punto clásico. La paleta de colores se basa en tonalidades cálidas que tienen su máxima expresión en el rojo carmesí combinadas con blanco y verde, dando mucha importancia a los arreglos florales con peonías y rosas Austin que junto a las ramas de eucalipto se han utilizado en todos los detalles, desde la corona de la novia hasta el boutonnier del novio. El entorno del antiguo invernadero, con sus desvencijadas paredes y ventanas de cuarterones combina a la perfección piezas vintage con antiguas macetas de barro y el montaje de mesa, de aire más rústico, mantiene el romanticismo y naturalidad, destacando los platos de cerámica con motivos de fauna y flora sobre la desgastada mesa de madera envejecida y los caminos de mesa de hilo. En cuanto al estilismo de los novios es de las pocas sesiones en las que la personalidad del novio es protagonista casi incluso más que la de la novia, con el recogido en coleta, las gafas de pasta, la pipa o el sombrero y elementos como la lechuza o la guitarra, que le dan ese aire bohemio que envuelve toda la sesión de principio a fin. Una chaqueta de terciopelo burdeos y unos pantalones estilo años 70 con tirantes y camisa blanca, completa su estilismo en consonancia con el de la novia, que luce corona de flores y un vestido de tejido fluido y con encaje, el toque no convencional lo dan las botas de cuero y el tono burdeos de las uñas. Sin duda, una de las sesiones que más me han gustado…

Fotografía: Margherita Calati

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Blog de Bodas - Cristina Lázaro:
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