Quién dijo que casarse por segunda vez no era romántico? Muchas veces, en alguna conversación de sobremesa, he oído decir que como la primera boda ninguna y como la mayoría de los que corroboraban dicha afirmación eran personas de una cierta experiencia casi llegan hasta a convencerme. Pero yo no lo creo. Aunque son muchos los que lo piensan cuando les oigo lo que yo pienso es que ellos, en realidad, nunca se han enamorado. Y me refiero a ENAMORARSE con mayúsculas, a sentir realmente que se te va el aliento cuando no estás cerca de esa persona, a creer que a su lado todo es posible y nada malo te puede suceder, a que te pongas a temblar sólo con sentirla cerca, bueno, todas esas cosas que sólo pueden entender los afortunados que alguna vez las han (hemos) sentido. Y esa sensación no entiende de edades ni de tiempos, sucede cuando tiene que suceder y ya está, no hay escapatoria posible, no importa que tengas 15 o 50 años, el Amor llega y te atrapa y si tienes suerte y lo cuidas, hasta se queda. Por eso hoy he querido mostraros una boda de segundas nupcias, para que veáis en las imágenes que lo de que ‘el amor no tiene edad’ es tan cierto como la vida misma. Además, es una boda que ha sido preparada con la misma ilusión de la primera vez y en un entorno súper romántico, las calles de París. Se puede pedir más? Yo creo que no.