Estos días de enero estoy un poco de revival, de recordar los buenos momentos de la infancia, el verano… Echar la vista atrás, escuchar una canción, cerrar los ojos y volver a sentir el sol en mis pupilas con la brisa acariciando mi cara mientras pedaleo a bordo de mi bici roja en compañía de la pandilla del verano. Tardes tranquilas bajo la sombra de un árbol, sin parar de devorar polines de los más diversos sabores para soportar el calor de mediodía. Cómo echo de menos esos sabores de antes… Ahora se pueden encontrar polines en muchos sitios, incluso en grandes superficies, pero el sabor no es el mismo, ha perdido esa intensidad que le caracterizaba, aunque quizás nosotros hayamos perdido también intensidad con los años. Pero como todo evoluciona, hoy he encontrado un tutorial que me ha parecido ideal para que lo pongáis en práctica en cualquier momento y, por supuesto, también el día de vuestra boda. Se trata de que elaboréis vuestros propios polines pero esta vez para adultos, con un poquito de alcohol. La idea la podéis mejorar utilizando el licor que más os guste, por ejemplo podéis hacer polines de mojito, de gin-tonic, de champán, vino, etc. Y podéis servirlos a la hora de la barra libre o como complemento de la barra de bebidas durante el aperitivo. Yo ya estoy pensando en incorporarlos este verano en el 25 aniversario de boda de una de mis mejores amigas, espero que le guste la idea! Vais a necesitar: una botella de vino o champán rosado, flores comestibles, una taza de azúcar, lavanda, romero y bolsitas de plástico alargadas con cierre hermético.
Pasos a seguir:
1. Elaborar dos tipos de sirope con hierbas frescas, uno de lavanda y otro de romero.
Para hacer el sirope: hervir ½ taza de agua y ½ taza de azúcar, agregar las hierbas y dejar a fuego lento durante 10 minutos. Colarlo y dejarlo enfriar en la nevera.
2. Con ayuda de un embudo llenar con vino rosado las bolsitas, dejando espacio para las flores y el almíbar.
3. Agregar una cucharadita de jarabe y mezclar.
4. Añadir varias flores comestibles.
5. Cerrar las bolsas y congelarlas durante toda la noche.
Y ya está! Al día siguiente estaréis listas para retroceder unos años y volver a esas maravillosas tardes de verano adolescente… Espero que os haya gustado!