Cuando vi las fotos de la boda de Sara y Diego me quedé prendada de ellas en el minuto 1 y es que hay fotógrafos que consiguen ver lo que otros no perciben, traspasando el objetivo de la cámara para cruzar al ‘otro lado’, ese espacio reservado a los sueños y a la imaginación. Sara y Diego viven en Castellón pero celebraron su boda en Gijón ya que Diego es asturiano, la ceremonia se ofició en la iglesia de San Pedro y la posterior fiesta en la Finca la Isla, situada en el interior del impresionante jardín botánico de la ciudad, que cuenta con un jardín histórico de más de 150 años, un lugar de cuento donde se realizó el reportaje fotográfico. Si hay algo que destaque por encima de todo en esta boda es el diseño del vestido de la novia, uno de los modelos más exclusivos de esta temporada de la diseñadora Rosa Clará que junto a los zapatos en rosa empolvado de Pedro Miralles y las joyas de Swarovski, hizo que Sara se ganase el apelativo de La novia Grace Kelly, por su belleza y naturalidad. Tanto el enclave como la celebración en sí estuvo plagada de delicados detalles cuidados en todo momento por Xana’s Weddings, la empresa encargada de la decoración, alternando momentos divertidos como el de lanzar el ramo a las amigas con escenas súper románticas como la del inicio del baile de la pareja o el paseo por el Botánico, rodeados de una belleza natural indescriptible. Una boda que sin duda supo transmitir a la perfección la personalidad de los novios haciendo en todo momento sentir únicos a sus invitados.

Fotografía: David Fernández