Ya sabéis que me encanta que me enviéis vuestras fotos de boda, saber que en algún momento os he acompañado en ese camino tan bonito hacia uno de los días más felices de vuestra vida. Recibir esas fotos es como la recompensa a un trabajo que intento hacer con mucho amor e ilusión desde hace ya la friolera de nueve años. Por eso publicar hoy la boda de Tania y Alfonso me hace especial ilusión. Tania es de esas novias con chispa, lo supe en cuanto vi sus fotos, irradia felicidad y buen rollo por los cuatro costados y eso, siempre, se transmite más allá de la imagen. El boxeo unió a esta pareja, gaditana ella, madrileño él, cuando en el año 2012 se conocieron en el gimnasio que ambos frecuentaban, durante el primer año de Tania en la capital. Gracias al boxeo Tania conoció a la persona más importante de su vida. Los dos son personas sencillas, por lo que su pedida también fue así. Él le pidió matrimonio en casa, charlando tranquilamente en el sofá, justo un día antes de viajar a Viena para pasar allí el Fin de Año. Tania cree que Alfonso lo tenía todo preparado para pedirle la mano en la romántica ciudad del Danubio pero el pánico escénico y la impaciencia hicieron que se lo pidiera nada más comprar el anillo, así que el viaje a Viena se convirtió en un recuerdo muy especial para ellos. A la vuelta se lo comunicaron a sus familiares y amigos y, en menos de seis meses lo prepararon todo para casarse en La Casona, una finca situada en La Moraleja, rodeada de naturaleza y jardines. El lugar ideal para organizar una boda al aire libre, sin formalismos ni etiquetas, como ellos querían.

Empezaron con una ceremonia civil muy sencilla en la que algunos amigos y familiares les dedicaron palabras preciosas que provocaron sonrisas y alguna que otra lágrima.

En el mismo espacio tuvo lugar la celebración, que prepararon los novios con mucho mimo pensando en todos los detalles, gracias a la ayuda del equipo de El Invernadero de los Peñotes, que fueron los encargados de toda la decoración floral y de atrezzo de la boda. También confeccionaron el ramo de Tania, que tras la ceremonia le entregó a su abuela para que se lo pusiera a su abuelo, ya fallecido. El tatuaje del ancla que luce la novia en la nuca es un tatuaje familiar que lleva toda la familia en su honor, ya que era marinero y consiguió que Tania se sintiera acompañada por él durante toda la boda. Una vez finalizada la ceremonia, sirvieron un cóctel sin sitting, para facilitar que los invitados pudieran estar de pie o sentados de manera cómoda compartiendo todos juntos la velada, combinando varios córners con comida típica gaditana (en homenaje a la tierra de Tania) y una parrilla de carne tipo showcooking. Tras el cóctel, todos se dirigieron hacia la zona destinada para la fiesta, donde los novios abrieron el baile con la canción Lay it on Me de Vance Joy, su grupo preferido. Un cartel de luces con la frase ‘Aquí se sueña’ presidía la pista de baile llenándola de luz y de un ambiente festivo que amenizó Earnest, un grupo de rock con música en directo que hizo que todo el mundo se lanzara a bailar en cuestión de segundos. Tras su actuación, la música continuó con el DJ Eloy Bustos hasta el amanecer. Fue una boda muy divertida llena de gente joven con ganas de pasárselo bien, una boda que unió el deporte y que el amor se encargó de consolidar. Espero que la disfrutéis.

Fotografía: Carlos Vela Foto / Vestido: Immaclé / Zapatos: Flor de Asoka / Corona: Suma Cruz / Ramo y decoración: Los Peñotes / Lencería: Namur / Maquillaje: Yael Maqueira / Peluquería: Natalia Méndez / Alianzas: Joyería Suárez / Traje novio: Púgil /Corbata: Hermès / Gemelos: Joyería Aguayo / Zapatos: Meermin / Espacio: La Casona de la Moraleja / Catering: El Invernadero de Los Peñotes /  Grupo música: Earnest Band / DJ: Eloy Bustos