La verdad es que hace ya dos meses que empecé a escribir este post que tantas ganas tenía de narrar, aunque creo que ya no debe quedar nadie en la blogosfera bodil que no sepa lo que sucedió, pero por si todavía hay algún rezagado ahí va mi versión. El post empezaba así… El otro día, cuando llegué a casa después de haber pasado todo un fin de semana repleto de deseos cumplidos y miraba la maleta, todavía por deshacer, me descubrí  sonriendo de oreja a oreja con una sensación que me recordó a mi infancia cuando, después de unos días de colonias, llegaba a casa y las imágenes de los días compartidos se iban sucediendo una a una. El fin de semana empezó el sábado a las 8’30h de la mañana en la Estación de Sants, en Barcelona. Allí nos juntamos una parte importante del grupo de bloggers invitadas, el resto venían de Madrid y Galicia. Como imaginaréis nos pasamos el viaje en el vagón cafetería entre risas, planes y anécdotas, aquello parecía más una despedida de soltera que otra cosa. Todas estábamos nerviosas y con unas ganas enormes de desvelar los misterios que nuestras Aladinas se habían encargado de fomentar en nuestras bandejas de correo, sobre todo, queríamos saber de una vez por todas para qué íbamos a necesitar la famosa cuchara de palo, protagonista de la mayoría de nuestros mails más divertidos. A nuestra llegada nos esperaba una de ellas Srta. Limón (me encanta llamarla así) y tras un mini-tour turístico previo (el taxista que nos tocó hizo de guía a la perfección), paramos frente a la fachada del Hotel Solvasa, donde nos esperaban Sara de Una cita para dos y Erika de Presume de Boda. En el hall hicimos el reparto de habitaciones y fuimos recibidas por el director que, amablemente, nos enseñó todas las instalaciones del hotel. La visita finalizó en uno de los salones destinados a las bodas y, como si de una boda se tratara, pudimos disfrutar de una comida increíble servida por Made In Catering. Creo que fue en el segundo plato cuando decidí, junto con Indara de El Sofá Amarillo, que poco íbamos a utilizar nuestras cámaras. Había demasiadas cosas para hacer y pocas manos, oídos y vista para sentir. Además Cristina de Me Siento Sexy iba a ser la fotógrafa oficial del evento, por lo que todavía lo tuvimos más claro. ¡Tocaba disfrutar! Tras la suculenta comida volvimos a las habitaciones pero únicamente para meter cuatro cosas en una bolsa (entre ellas la famosa cuchara de palo que tanto rondaba por nuestras cabezas). He de decir, que encima de la cama nos encontramos con unos detallitos monísimos de La Candy Bar, un Sweet Welcome Kit. Cómo me acordé de Wendy, que finalmente y muy a su pesar no pudo disfrutar del fin de semana con todas nosotras. Salimos del hotel y OOOHHHH, primera mega-sorpresa, una limusina-hummer nos esperaba en la puerta, lo que sucedió en su interior os lo podéis imaginar… La limusina aparcó frente al Centro de Estética Avanzada Ángela Rueda y gritos de ilusión precedieron a una tarde completa de sesión de belleza donde pudimos hacernos desde un peeling facial con semillas de girasol y aceites esenciales, hasta un estudio completo de la piel, pasando por un alargamiento de pestañas y sesión de maquillaje, manicura y pedicura incluida. Y por si nos aburríamos mientras esperábamos nuestro turno, una mesa de deliciosos cupcakes de Majose’s hizo más dulce si cabe la tarde. Tras la sesión beauty rápido a la siguiente parada, visita a las Galerías Londres, donde Cristina Salazar y su equipo nos recibió con una copa de cava y una nueva sorpresa, una sesión de fotos con photocall incluido, donde pudimos lucir varios modelos de la colección de Fiesta de Aire. La que se montó en los probadores fue digna de fotografiar. Cuando salimos de allí empezaba a anochecer aunque el día todavía no había terminado para nosotras, pero eso os lo contaré la próxima semana…

Fotografía: Me siento sexy

El primer día de #TC3D fue posible gracias a: Project Party Studio, Me siento sexy, Hotel Solvasa, La Candy Bar, Made in Catering, Murviedro, Merche coches de lujo, Centro de Estética Ángela Rueda, Majose’s, Nipati Nipami, Galerías Londres.