Con la sesión que hoy os traigo tuve un auténtico flechazo y es que no me puede gustar más! Está inspirada en un estilo folk pero tiene reminiscencias de varios estilos muy diferentes entre sí pero que convergen en esta ocasión de manera sublime, por un lado el estilo bohemio, junto al vintage y el chic-parisino. Y es que el shooting se rodó en un antiguo café de París, un establecimiento que por sus originales características estéticas no suele ser habitual en la capital francesa, con paredes desnudas y muebles de época que formaron parte activa de la decoración de la sesión. La puesta en escena se potencia gracias a una decoración floral central que mezcla especies más suaves y  románticas con otras de aspecto más árido. Conjuntos de rosas y orquídeas conviven con ranúnculos, cáctus y bayas, resaltando la singularidad del conjunto gracias a otros objetos originales como los adornos de plumas, las campanas de cristal o la cabeza de venado. La combinación de estilos también está presente en la principal protagonista de la sesión, dando pie a tres looks de novia diferentes pero con una misma base estética y argumental. Los complementos como el sombrero, las joyas boho, el poncho o las botas étnicas juegan un papel decisivo a la hora de conseguir un auténtico look folk y para hacer todavía más hincapié en las reminiscencias bohemias no podía faltar la guitarra. Una puesta en escena única y cuidada al más mínimo detalle con la que sus creadores han logrado transmitir un particular mensaje: que uno siempre puede casarse en cualquier lugar que imagine.

Fotografía y diseño: Amanda Mitcthell de Trendy Wedding y Camille Marciano de Junophoto