Hace mucho que no hablamos en el blog de los brillos y la verdad es que es un recurso muy eficaz cuando lo que se busca es hacer destacar un objeto o espacio especial. Los reflejos siempre atraen todas las miradas así que el tutorial de hoy consistirá en decorar unas letras pensadas para que brillen. Podéis colgarlas del techo, pegarlas en una pared o dejarlas sobre un bufete, os aseguro que en ningún sitio pasarán desapercibidas. Vais a necesitar: letras de cartón, pegamento en spray, purpurina plateada, rosa y fucsia. Lo ideal es mezclar purpurina de un tamaño mayor con otra más pequeñita, así podéis comprar purpurina plateada de dos tamaños, purpurina rosa de tamaño pequeño y fucsia de mayor tamaño. De esta forma, se creará un efecto óptico que dará mayor dimensión a la letra.

Pasos a seguir:

1. Antes de nada hay que proteger la superficie de trabajo ya que el pegamento en spray abarca mucho más que el diámetro de las letras. Una vez protegida la superficie, empezar a rociar con el pegamento la parte delantera de la primera letra intentando no acercarse demasiado a ella, una distancia de unos 30cms sería lo ideal a la hora de rociar.

2. A continuación, espolvorear la purpurina empezando por una pizca de brillo fucsia sobre la base de la letra. Cuanto más cerca se encuentre del borde, más concentración de purpurina hay que espolvorear.

3. Continuar rociando la purpurina rosa de menor tamaño hacia la mitad de la letra e ir disminuyendo la cantidad a medida que se va ascendiendo por la letra. Si se desea se puede intercalar alguna purpurina de color fucsia.

4. Continuar con la purpurina plateada más pequeña superponiéndola a la rosa, para seguir después con la purpurina del mismo tono pero de tamaño mayor. A continuación, dejar secar durante unos minutos.

5. Seguir de la misma manera con cada una de las otras letras. Es importante que todo esté bien seco antes de tocar las letras ya que podrían estropearse en cuestión de segundos. Ah! y sobre todo no olvidar el disolvente una vez acabado el tutorial ya que las manos quedan manchadas por la purpurina además de pegajosas.

Fotografía e idea: Un beau jour