Seguro que cuando hablamos de pizarras nos viene a la mente la imagen de una gran pizarra en color negro o verde y el del olor a tiza, tan característico de las aulas de nuestra infancia, pero seguro que no hemos pensado en este particular elemento como base de la decoración de nuestra boda. Pues os diré que las pizarras son un elemento económico y original a tener muy en cuenta a la hora de planificar una boda, ya que ofrece múltiples soluciones, tanto decorativas como a nivel de señalética, a un coste muy bajo. Podéis utilizarlas como mero objeto artístico o para darle un uso más explicativo, puede indicar el camino hacia la ceremonia o el espacio reservado para la fiesta o el baile. También pueden indicar los buffets (quesos, sushi, bebidas…), marcar el sitting o el número de mesa, describir el menú que se va a servir o dar indicaciones precisas a los invitados sobre lo que va a suceder. Una manera divertida de incorporar las pizarras también puede ser a la hora del photocall, un espacio donde normalmente se conservan las imágenes pero no las palabras, así que es una forma diferente de que nuestro mensaje hacia los novios esté presente también en las fotografías. Los novios pueden utilizar unas pizarras para agradecer su asistencia a todos los invitados, para decorar la parte trasera de sus asientos e incluso pueden incorporarlas en su reportaje fotográfico, hay cientos de opciones. Quedan perfectas en bodas al aire libre con un punto rústico, pero bien tratadas pueden servir para cualquier tipo de boda, ya que podemos transformarlas totalmente con sólo cambiar el marco, además luego siempre podemos reutilizarlas. La verdad es que bien mirado lo tienen todo, son bonitas, prácticas y económicas, ¿qué más se puede pedir?