Sólo escuchar la palabra verano ya me entra las ganas de boda y, si es en Marbella, ya ni os cuento. Normalmente son los novios los que me hacen llegar las fotos de su boda pero, en este caso, fue la hermana del novio, Paloma, la que se puso en contacto conmigo. Me hizo especial ilusión porque eso demuestra el amor que le tiene a la pareja y lo mucho que disfrutó en su boda. Aurora y Javi llevaban juntos varios años, desde que se conocieron opositando y tras mucho esfuerzo y sacrificio aprobaron, ella es notario y él abogado del Estado y, como dice Javi, ‘después de pasar todo aquello juntos y una pandemia, ahora sólo nos puede quedar disfrutar’. Por eso querían que su boda fuera especial, que se celebrase en un entorno de ‘vacaciones’ como es Marbella y en el mes de julio, para que todos los que fueran pudieran tener la excusa perfecta para cogerse unos días de vacaciones en los que olvidarse de virus y restricciones y pensasen sólo en disfrutar de la vida, la familia y la amistad. 

Aurora lució un diseño de Inuñez espectacular. Una idea de vestido que tenía desde hacía muchos años en mente y que Isabel supo plasmar a la perfección, creando una auténtica joya confeccionada con plumas blancas cosidas una a una sobre el vestido. Las invitaciones de boda llevaban una plumita dibujada en el sobre que se podía ver al abrirlo y muchos invitados se preguntaban qué significado podía tener esa pluma. Lo descubrieron cuando vieron a Aurora llegar a la iglesia, cuendo entró al son de la música de un cuarteto de cuerda y una soprano. Uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia. 

El cóctel y la posterior cena se sirvieron al aire libre en los jardines de cuento de la Finca La Cuadra, un amplio espacio natural con jardines tropicales e hispano-árabes. La noche era cálida e invitaba a cenar bajo las estrellas. El catering de Dani García hizo las delicias de los invitados y durante el cóctel el grupo de jazz The Farataos amenizó la velada junto a un córner de vermuts. Las bodegas de Ramón Bilbao, amigos de la familia, se encargaron de los vinos e hicieron una etiqueta personalizada para los novios en las botellas.

Como anécdota entrañable, en el menú había un poema del abuelo de Aurora que le escribió cuando vivía y ella todavía era pequeña, fue su forma de tenerlo presente en un día tan especial para ella.

Tras la cena, los novios abrieron el baile con su canción preferida ‘Esa Mujer’, cantada a capella por su amigo Álvaro, del grupo Conmesura. Un momento mágico de una noche inolvidable que se alargó hasta el alba.

Fotografía: Couche Studio / Vestido novia: Inuñez / Maquillaje: Oui Novias / Espacio: Finca La Cuadra / Catering: Dani García / Bodega: Ramón Bilbao / Música: The Farataos