Hace tiempo que dejamos atrás la moda de la limonada en las bodas, aunque a mí es una idea que me sigue gustando por refrescante, ya que en bodas de verano se agradece tener cerca un buffet de bebidas bien frías. Pero en esta misma línea y con la tendencia creciente de todo lo healthy y de la vida sana ha empezado a coger fuerza la idea de los buffets de aguas y, más concretamente, los de aguas saborizadas. Me parece una alternativa súper acertada a otro tipo de refrescos primero porque es mucho más sana, no contiene conservantes ni azúcares artificiales y segundo porque el agua es prácticamente la única bebida que quita realmente la sed y eso es importante tenerlo en cuenta si la boda es en pleno verano y se celebra al aire libre.

La idea es convertir un hábito natural y cotidiano en una experiencia gourmet y para conseguirlo basta con crear mezclas verdaderamente sugerentes y que aporten un sabor especial.

Aquí no vale mezclar todo con todo, los sabores hay que combinarlos de manera acertada. Podéis atreveros con mezclas más arriesgadas, como por ejemplo la combinación de cilantro con limón y uvas congeladas, que da un toque muy original de sabor o la combinación de naranja con jengibre y vainilla, donde el picor del jengibre se funde con el dulzor de la naranja y el particular aroma de la vainilla provocando una sensación realmente explosiva. También podéis decantaros por mezclas más clásicas como la manzana con canela o los melocotones con menta. Además muchas de estas combinaciones son bebidas detox que concentran importantes nutrientes que ayudan a limpiar el organismo eliminando toxinas y aportando ingredientes ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que podéis incorporarlas en vuestra vida cotidiana y en cualquier momento del día. Para prepararlas sólo tenéis que mezclar las distintas combinaciones de frutas y otros ingredientes con agua. Podéis calentar previamente el agua, introducir los ingredientes dejándolos reposar unos 10 minutos y después llevar el agua directamente a la nevera, donde descansará un par de horas. Si no queréis calentar previamente el agua podéis hacer la mezcla en frío pero entonces el tiempo de reposo deberá ser superior (al menos durante toda la noche) para que todos los nutrientes de los distintos alimentos se liberen en el líquido. Luego sólo tenéis que presentar las diferentes combinaciones en recipientes de cristal con cartelitos que indiquen el sabor y contenido de cada agua para que vuestros invitados puedan saber en todo momento lo que beben. Una buena idea sería que además de informar de los ingredientes del agua, pusierais también las propiedades que aportan cada uno con una definición del sabor final.

Fotografía: Artful Desperado