Siguiendo con la tendencia boho hoy os traigo una sesión de inspiración en la playa que seguro que os va a gustar. En realidad vendría a ser algo así como un boho slow, ya que la sesión no refleja un estilo 100% boho pero sí que tiene toques y reminiscencias de esta corriente que está pegando fuerte en las bodas de este año. Imprescindible para una boda boho el vestido de ganchillo o al menos que tenga un toque hippy que lo haga especial, en este caso se ha optado por un total look de este material con escote en pico y dos aberturas laterales en la falda, lo que permite una mayor movilidad. El hecho de que la novia vaya descalza y con el pelo suelto y sin ningún complemento le aporta frescura y naturalidad al estilismo y tratándose de una sesión en la playa queda perfecto. La combinación de azules, rosas y tonos mint en la decoración floral junto con pequeños detalles en dorado presentes en la vajilla o en los botecitos de cristal azul combina el aire boho con un toque más chic y lo mismo sucede con el ramo de dalias y rosas en tonos naranjas y empolvados, a juego con el resto de la decoración y que además me ha parecido precioso. Para las invitaciones y cartelería se ha utilizado acuarela en rosas y azules con complementos marinos y naturales como pequeñas conchas o la misma arena. Es importante cuando elegimos una temática o un lugar para celebrar una boda jugar bien con los elementos propios del lugar ya que muchas veces utilizando dos o tres tips nos pueden resolver a la perfección toda la decoración. Y como toque final, la bicicleta de aire retro en color azul pastel que junto a la cesta de flores completa esta romántica sesión. Espero que la disfrutéis…

Fotografía: Lauren Fair Photography