Las bodas mexicanas tienen algo que me encanta, el color, la sensibilidad, la alegría… La verdad es que no sabría decantarme por una sola cosa, es más bien el conjunto de todas ellas lo que las hace tan especiales. Hoy os traigo una sesión de inspiración realizada en Jalisco, en la Hacienda El Carmen, un espacio espectacular con una arquitectura de reminiscencias españolas que transmite la magia y la nostalgia del México del siglo pasado. Rodeada de árboles y de aire puro, en la Hacienda el tiempo se detiene y nos regala la tranquilidad soñada, convirtiéndola en el lugar perfecto para iniciar una nueva vida. La sesión, captada por el gran Jose Villa, es un viaje al México místico en el que la naturaleza vive un eterno romance con la tradición, una aventura al pasado protagonizada por una pareja enamorada. Toda la decoración hace referencia a ese pasado añorado, salpicado por guiños a la tradición mexicana, donde no falta el ron o el tequila. La ceremonia, decorada con plantas autóctonas y estrellas plateadas, transmite una imagen de perfecto equilibrio combinada con la sencillez de la piedra y la madera. Como la novia velada, siempre romántica, que recuerda a una joven Frida Kahlo o el precioso ramo atado con un gran lazo de raso empleado también en la ornamentación de las sillas. Sin duda alguna, una de las sesiones más bellas que he visto.

Fotografía: Jose Villa