Hay bodas que te sorprenden por la decoración, otras por el estilismo y algunas por la localización, como es el caso de la boda de hoy. Rochelle y Wally se casaron en una antigua granja situada junto a una preciosa bahía en la isla australiana de Tasmania. Con paredes de ladrillo rústico, suelo de roble y techos altos que todavía conservan sus originales vigas de madera, la granja se convirtió en el escenario perfecto de una romántica boda de inspiración vintage. Suculentas, frascos de vidrio reciclado y muebles rústicos conformaron una decoración cuidada al detalle en la que todos disfrutaron de principio a fin y en la que la Barra de Tequilas ideada por los novios triunfó totalmente. Lo que más sorprendió a Walter fue ver a Rochelle vestida de novia, luciendo un romántico vestido largo de encaje confeccionado a medida por Eva Tomala Couture, a juego con un ramo de tulipanes blancos. Un estilismo chic pero con un punto desenfadado que le daba el semirecogido bajo que lució a lo largo del día. Pero volviendo al principio, lo que quizás más me ha gustado de esta boda ha sido su localización, por eso la mayoría de fotos que he elegido tienen como protagonista el impresionante paisaje de la bahía de Port Arthur. Con sus cuevas naturales y sus acantilados rocosos, el verde de la húmeda vegetación que se confunde con sus aguas cristalinas que parecen romperse en pedazos en cada ola que golpea las rocas y su cielo encapotado rayando un horizonte a ratos despejado, a ratos cubierto de nubes. Todo un espectáculo natural que forma un paisaje de contrastes realmente inspirador.

Fotografía: Eric Ronald