Soy consciente de que en alguna ocasión pueda pareceros pesada con el tema del crochet o del ganchillo, pero es que cuando llega esta época siempre me pasa lo mismo, me entran unas irrefrenables ganas de apuntarme a un curso o taller de ganchillo o de bordado. Es de esas asignaturas pendientes que una siempre está deseando hacer pero para la que nunca encuentra el tiempo, pero este año prometo que voy a intentarlo. Ya sabéis que en casa la gran costurera siempre ha sido mi abuela, tenía ese don para crear miles de objetos diferentes  con la simple ayuda de aguja e hilo. Te acortaba el bajo de los