Cuando me encuentro con bodas como la de hoy no puedo dejar de sonreír porque son ese tipo de bodas que emocionan, que te llegan y que sus protagonistas, todos ellos, tanto los novios como sus familiares y amigos tienen ese algo especial que traspasa la pantalla y va más allá del objetivo de la cámara. Son bodas de sentimiento, bodas de música, de guitarra y de muchas palmas, bodas con inconfundible sabor andaluz. A Lorena y Juan la vida les unió un día hace varios años aunque también los separó, pero el destino que ya sabemos que es caprichoso, volvió a unirlos al cabo de 10 años y esta