Estos días, paseando por la ciudad, ya empieza a notarse el espíritu navideño agazapado detrás de luces esperando ser encendidas,  de escaparates que se tiñen de blanco o de pastelerías que empiezan a mostrar dulces y turrones. A mí me encanta la Navidad y estoy deseando que pasen los días para decorar el árbol, ir a la montaña a coger un poco de musgo y cantar villancicos en Nochebuena. Como todos los años, un mes antes ya estoy buscando ideas de decoración o de presentación de la mesa o de los regalos, disfruto muchísimo con la puesta en escena y cada año hay alguna idea que me roba el corazón.