Se han convertido en el imprescindible de toda boda, desde la más clásica hasta la más moderna y, por supuesto, son ideales para una boda rústic-chic. Las cañitas de papel con rayas, corazones, topitos o lisas quedan bien en cualquier sitio. Las podéis poner en botellas de agua personalizadas con el nombre de los novios para que los invitados se refresquen durante el cocktail o a la salida de la iglesia o en tarritos de cristal junto al puesto de la limonada, en la candy bar acompañando los detalles más dulces, durante la barra libre servidas con una amplia variedad de cócteles o incluso durante la recena en pequeños vasos