Me apasionan las bodas internacionales, esas en las que se junta por unos días un montón de gente venida de distintos países y partes del mundo, muchos desconocidos, algunos amigos y también familiares. Tienen ese encanto de no saber quién te va a tocar en la mesa pero con seguridad acabarás la noche añadiendo  varios nombres más en tu agenda. Shatha y Rami vinieron a nuestro país nada más y nada menos que desde Dubai para casarse en Marbella y, junto a ellos y como ya imaginaréis, invitados de diversos puntos del planeta, desde los Emiratos Árabes hasta Canadá, pasando por Estados Unidos, Alemania y un largo etcétera. La verdad