Lo más importante en la vida de Julia y Bobbie ha sido siempre su familia, su hogar y sus amigos, por eso quisieron celebrar una boda íntima con no más de 50 invitados. La pareja vive en el norte de Canadá, donde las bodas acostumbran a ser grandes pero increíblemente relajadas y querían mantener ese espíritu en el pequeño pueblo de Ontario, donde se encuentra la casa familiar de la novia. Entre todos ayudaron para que toda la logística y decoración de la boda saliera perfecta y lo consiguieron. Aunque inicialmente la ceremonia iba a tener lugar a orillas del río Millpond, debido a una fría y ventosa tarde decidieron